domingo, 28 de enero de 2007

Duele la sinceridad

En efecto, esta es la conclusión a la que he llegado a lo largo de los años. A la gente le duele la sinceridad. Porque no quieren escuchar la verdad, sino que quieren escuchar lo que les gustaría.

Yo peco de sincera. Si veo algo bueno, te lo digo; ahora bien, si lo que veo es malo también te lo voy a decir. Esto me ha creado bastantes problemas, porque es como si no dejara vivir a la gente tranquila. Suena como si les dijera lo que tienen que hacer y lo que no a cada momento, sin pensar que ellos también tienen derecho a equivocarse ¿No?. A lo mejor la que se equivoca soy yo... nah, no creo que sea en el 100% de las veces. Soy una soberbia, y muchas veces me voy a llevar alguna que otra patada; pero no me importa porque es como un estilo de vida. Yo no podría ser de otra manera, eso rompe mi moralidad y me convertiría en una falsa. Así que después de todo no me importan los palos que me puedan caer; sarna con gusto no pica, dicen.

Casi siempre se me cumple la teoría del "te lo dije", y lo cierto es que me jode después de todo. No me gusta acertar, pero acierto, y es algo que siempre acarrearé. Puedo prever las desgracias ajenas (también las propias), pero no preveo las alegrías, lo cual hace que tiendo a desanimar a la gente en lugar de animarles. En el fondo no lo hago para fastidiar, lo hago por su bien, para que no cometan un error que podría ser salvable. Pero nunca me hacen caso, y es normal, yo tampoco haría caso a nadie, porque me gusta ser a mí quien controle mi vida, incluídos los errores ("me equivoco porque me da la gana, no porque tu lo digas, ¡chincha!"). Los resultados son nefastos posteriormente, pero nunca me dicen un "vale, tenías razón"; en lugar de eso me obsequian con una dulce mirada de odio.

Y yo me siento satisfecha. Y entonces piensan que me gusta verles sufrir, a lo que yo contesto mentalmente: "capullo, si me gustase verte sufrir ¿te habría dicho algo? no, probablemente si fueras mi enemigo me habría sentado a esperar mientras dejo entrever una sonrisa maliciosa".

Lo admito, a veces se me escapa la pequeña maldad que llevo dentro, pero es por el bien de la humanidad (sí, hoy me siento omnipotente, ¡qué pasa!). Juro que después de todo soy buena persona.

Aprovecho esta vez, para dejaros una canción con una letra muy sincera también. Aunque el artista que canta esto se pasa mucho más que yo. Anyway, la estaba escuchando y me pareció que no quedaba tan mal en esta parrafada. La letra está muy bien =)




He terminado por hoy, ya podéis despotricar a continuación de estas líneas :)

Un saludo.

sábado, 27 de enero de 2007

Un nuevo proyecto en mente

He estado dándole vueltas a lo que escribí en la entrada del día 22 de Enero. He decidido, que aunque lo deje por el camino, he de empezar un nuevo proyecto. Tengo que intentarlo.

Entonces pensé, de todos mis deseos e inquietudes, la actividad que más me gustaría hacer en este momento. No fue difícil. Para los que me conozcan al menos un poquito, sabrán que desde hace muchos años siento esa inquietud por el mundo del cine/teatro y la interpretación. Sí, sé que suena a niña de 15 años jugando a ser mayor (y famosa), pero juro que lo mío es distinto. O al menos yo lo siento así.

Cada vez que veo una película, pienso en lo que deberían sentir los actores cuando la rodaron. Meterse en un papel que a lo largo de la eternidad será sólamente tuyo, ponerle cara a un personaje con el que los espectadores pueden reír, emocionarse y llorar. Sentir, quiero hacer sentir a la gente... recordarles que existe la alegría, el dolor, el amor. Ver sus expresivas caras en la oscuridad de la sala y sentirme realizada. Quizás necesite hacer eso para recordarme a mi misma que puedo sentir, no lo sé. Sólo sé que quiero hacerlo.

Pero claro, no es nada fácil. Nadie puede convertirse en actor/actriz de la noche a la mañana. Hay que estudiar arte dramático y echarle muchas horas de ensayos. Eso es algo que también he pensado hacer en un futuro, pero de momento, y siendo realistas, es inviable. Por ello he buscado una solución, mucho más primitiva y "tosca", pero que si sale bien me hará sentir igual de bien, seguro.

He decidido formar un grupo. ¿De qué? No lo tengo muy claro. Un grupo de gente con mi misma pasión, aficionados, con o sin experiencia, para hacer reuniones eventuales, hacer tormenta de ideas y apagar nuestra sed realizando un corto basado en un guión, nuestro guión. Que puede que sea una mierda (hablando claro), no lo niego. Pero al menos es nuestra mierda. Nuestra creación. ¡Suena bien!

Por de pronto ya he colocado un anuncio por ahí y me han contestado 2 personas (en realidad me han contestado más, pero está claro que no se habían leído bien el anuncio, porque sólo buscaban amistad "y lo que surja"). Después de exámenes veré que puede salir de todo esto.

Al menos estoy ilusionada con algo.

Aprovecho de paso para dejaros esta canción, descubierta por mí hace poco (gracias Kse :P). Quien sabe, lo mismo se la pongo a alguna trama de un futuro corto xD

martes, 23 de enero de 2007

¡Mujeres al poder! (sí, pero que lo hagan bien)

Como vivo a una hora en tren de la universidad, todos los días por la mañana me leo el periódico que toca (bien sea ADN, Metro, Que!...todos son iguales) como buen samaritano. Desde hace unos días está muy en boga el tema de las elecciones presidenciales de Francia, y ahora también de Estados Unidos.

Todos los medios están revolucionados con el tema de que la señora Segolène Royal es aspirante a la presidencia de Francia por el Partido Socialista, mientras que la ex Primera Dama Hillary Clinton podría serlo por el Partido Demócrata en su país (batiéndose con el señor Barack Obama, primer candidato aspirante a la presidencia de color, no se lo pierdan).

"Que bien, una mujer en el poder, como tiene que ser", "A ver si se dan cuenta de que somos mejores", son comentarios que he ido escuchando por la calle de señoras a la vuelta del supermercado. Yo, que no tengo ni idea del tema ni soy una experta, expongo mi humilde opinión:

Está bien que cada día más mujeres puedan optar a puestos de trabajo (en este caso candidaturas) antaño atribuídos siempre a los hombres. Al menos ahora nos dejan una oportunidad para mostrar lo que sabemos hacer. Pero no nos confundamos, no por ser mujer o dejar de serlo han de ser mejores o peores sus habilidades. Por eso, a todas esas feministas que balbucean tonterías por la calle, por favor cállense.

Sí que es verdad que las mujeres somos menos amigas de la guerra y más dialogadoras que los hombres (o al menos es lo que este mundo me ha dado a entender). Por eso yo opto por darles un voto de confianza a estas dos señoras que espero que se esfuercen y remienden este mundo descosido.

Me conformo con que no vaya a peor. Solo son ilusiones por hacer de este mundo un lugar mejor. Como yo, desde mi silla, no puedo hacer nada, me quedaré observando desde las sombras. Hombre, mujer, negro, esquimal... sean quienes sean los próximos, que adecenten esta cuadra.

Un saludo ^^

lunes, 22 de enero de 2007

Quiero...

Quiero viajar; a Londres, a Viena, volver a Italia, a California, Canadá, Japón al menos una vez en la vida... traerme un montón de cosas y hacer miles de fotos (típicas, originales...da igual todo vale). Y al volver, quedar con alguien en cualquier café, y contarle mis peripecias aquí y allá...

Quiero tocar algún instrumento musical, aprender cuantos más idiomas mejor, analizar otras culturas, hacer deporte, ponerme a dieta!, tener un gato y ponerle un nombre freak, sacarme la carrera, disfrazarme el próximo carnaval, ser buena en algo, no ser pésima en nada...

Pero eso nunca ocurre. Ni lo uno, ni lo otro, ni nada. ¿Por qué? ¿Por qué quiero hacer tantas cosas y nunca termino ninguna? Eso es algo que me llevo preguntando desde que tengo uso de razón. Muchas veces es porque estoy en números rojos, o porque no tengo tiempo o porque no tengo con quien ir a esa obra de teatro que me recomendaron...

Es cierto que el dinero y el tiempo me condicionan, pero no creo que todo, absolutamente todo lo que no he hecho y querría hacer sea por eso. Me estoy engañando cada día más, y lo admito: Muchas veces es porque soy una vaga y no me apetece lanzarme al vacío. Mi conclusión es clara y concisa: Soy enemiga del esfuerzo y lo peor de todo es que soy consciente de ello.

Quien habla de viajes y actividades varias habla de personalidad. Muchas veces me he prometido que cambiaré: que seré más amable y menos arisca, que pensaré un poco en los demás y no tanto en mí, que intentaré confiar en los que me rodean... pero eso ya no es cuestión de pereza, es miedo. Miedo de romper las murallas y que asalten mi pequeño castillo rojo.

Día a día me prometo que cambiaré, pero no sé cómo. No sé cómo recuperar la vitalidad. Soy como Bill Murray en Atrapado en el tiempo, y no sé como salir de este maldito círculo vicioso. Porque quiero salir. ¿Quiero? Ya no sé ni lo que quiero.

Aunque no todo es negativo, al menos estoy segura de una cosa: quiero estar contigo. Pero eso, de momento, no me supone un esfuerzo :)

¡Ah! Y mañana estudiaré un montón de cosas...pero no muy temprano, que no me apetece madrugar ;)

Saludos y suerte a todos los que estéis en exámenes.

domingo, 21 de enero de 2007

Edelweiss significa "Escríbeme" en el lenguaje de las flores. ¡Eso has de hacer!

Esta es mi primera entrada en éste, mi nuevo blog. Mientras me pregunto por qué he creado toda esta parafernalia, pienso algo de lo que hablar... porque a fin de cuentas, en los blogs la gente habla de cosas ¿no?.

Bien, hablaré del título del blog: Edelweiss... Si piensas que el edelweiss es una especia de tribu del amazonas, amigo mío estás equivocado. El edelweiss es una flor, con leyendas e historias detrás. Su nombre científico es Leontopodium alpinum, y mide no se cuántos centímetros y bla bla bla cosas que ahora mismo no nos importan. Está en peligro de extinción, por eso está prohibida su recolección. Vive en zonas montañosas, a más de 1000 metros de altura y soporta bajas temperaturas.

Pero lo curioso de esta flor no es su aspecto (aunque es realmente bella), sino las leyendas que esconde, desde hace siglos. Es considerada un símbolo de valor. Cuenta la leyenda que en la Edad Media, si un hombre quería probar el amor hacia una mujer, debía trepar a gran altitud, sobreviviendo al frío viento, y atrapar una de estas preciadas flores para entregarsela a su amada. También se dice que puede huir de los hombres que la persiguen, escalando más rápido que ellos por la pendiente, de forma que nunca puedan alcanzarla.

Como el amor, el edelweiss aguarda en el sitio que menos te esperas, donde aparentemente no hay vida, esperando a que lo encuentres y descubras su extraña belleza. El Edelweiss es solitario, y no está al alcance de cualquiera. No hay dos Edelweiss iguales, cada uno es único. El Edelweiss es el mundo de los sueños, y como el amor eterno, nunca se secará mientras permanezca vivo.

Es curioso como una flor de aspecto tan débil y menudo pueda luego resultar tan fuerte viviendo entre las nieves... No sé como lo hará.

Y ahora hablaré de mí. ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy?

Soy un edelweiss, y el mundo es el Himalaya.

Un Saludo y gracias a todos aquellos que me leen y me leerán.