En efecto, esta es la conclusión a la que he llegado a lo largo de los años. A la gente le duele la sinceridad. Porque no quieren escuchar la verdad, sino que quieren escuchar lo que les gustaría.
Yo peco de sincera. Si veo algo bueno, te lo digo; ahora bien, si lo que veo es malo también te lo voy a decir. Esto me ha creado bastantes problemas, porque es como si no dejara vivir a la gente tranquila. Suena como si les dijera lo que tienen que hacer y lo que no a cada momento, sin pensar que ellos también tienen derecho a equivocarse ¿No?. A lo mejor la que se equivoca soy yo... nah, no creo que sea en el 100% de las veces. Soy una soberbia, y muchas veces me voy a llevar alguna que otra patada; pero no me importa porque es como un estilo de vida. Yo no podría ser de otra manera, eso rompe mi moralidad y me convertiría en una falsa. Así que después de todo no me importan los palos que me puedan caer; sarna con gusto no pica, dicen.
Casi siempre se me cumple la teoría del "te lo dije", y lo cierto es que me jode después de todo. No me gusta acertar, pero acierto, y es algo que siempre acarrearé. Puedo prever las desgracias ajenas (también las propias), pero no preveo las alegrías, lo cual hace que tiendo a desanimar a la gente en lugar de animarles. En el fondo no lo hago para fastidiar, lo hago por su bien, para que no cometan un error que podría ser salvable. Pero nunca me hacen caso, y es normal, yo tampoco haría caso a nadie, porque me gusta ser a mí quien controle mi vida, incluídos los errores ("me equivoco porque me da la gana, no porque tu lo digas, ¡chincha!"). Los resultados son nefastos posteriormente, pero nunca me dicen un "vale, tenías razón"; en lugar de eso me obsequian con una dulce mirada de odio.
Y yo me siento satisfecha. Y entonces piensan que me gusta verles sufrir, a lo que yo contesto mentalmente: "capullo, si me gustase verte sufrir ¿te habría dicho algo? no, probablemente si fueras mi enemigo me habría sentado a esperar mientras dejo entrever una sonrisa maliciosa".
Lo admito, a veces se me escapa la pequeña maldad que llevo dentro, pero es por el bien de la humanidad (sí, hoy me siento omnipotente, ¡qué pasa!). Juro que después de todo soy buena persona.
Aprovecho esta vez, para dejaros una canción con una letra muy sincera también. Aunque el artista que canta esto se pasa mucho más que yo. Anyway, la estaba escuchando y me pareció que no quedaba tan mal en esta parrafada. La letra está muy bien =)
He terminado por hoy, ya podéis despotricar a continuación de estas líneas :)
Un saludo.
Yo peco de sincera. Si veo algo bueno, te lo digo; ahora bien, si lo que veo es malo también te lo voy a decir. Esto me ha creado bastantes problemas, porque es como si no dejara vivir a la gente tranquila. Suena como si les dijera lo que tienen que hacer y lo que no a cada momento, sin pensar que ellos también tienen derecho a equivocarse ¿No?. A lo mejor la que se equivoca soy yo... nah, no creo que sea en el 100% de las veces. Soy una soberbia, y muchas veces me voy a llevar alguna que otra patada; pero no me importa porque es como un estilo de vida. Yo no podría ser de otra manera, eso rompe mi moralidad y me convertiría en una falsa. Así que después de todo no me importan los palos que me puedan caer; sarna con gusto no pica, dicen.
Casi siempre se me cumple la teoría del "te lo dije", y lo cierto es que me jode después de todo. No me gusta acertar, pero acierto, y es algo que siempre acarrearé. Puedo prever las desgracias ajenas (también las propias), pero no preveo las alegrías, lo cual hace que tiendo a desanimar a la gente en lugar de animarles. En el fondo no lo hago para fastidiar, lo hago por su bien, para que no cometan un error que podría ser salvable. Pero nunca me hacen caso, y es normal, yo tampoco haría caso a nadie, porque me gusta ser a mí quien controle mi vida, incluídos los errores ("me equivoco porque me da la gana, no porque tu lo digas, ¡chincha!"). Los resultados son nefastos posteriormente, pero nunca me dicen un "vale, tenías razón"; en lugar de eso me obsequian con una dulce mirada de odio.
Y yo me siento satisfecha. Y entonces piensan que me gusta verles sufrir, a lo que yo contesto mentalmente: "capullo, si me gustase verte sufrir ¿te habría dicho algo? no, probablemente si fueras mi enemigo me habría sentado a esperar mientras dejo entrever una sonrisa maliciosa".
Lo admito, a veces se me escapa la pequeña maldad que llevo dentro, pero es por el bien de la humanidad (sí, hoy me siento omnipotente, ¡qué pasa!). Juro que después de todo soy buena persona.
Aprovecho esta vez, para dejaros una canción con una letra muy sincera también. Aunque el artista que canta esto se pasa mucho más que yo. Anyway, la estaba escuchando y me pareció que no quedaba tan mal en esta parrafada. La letra está muy bien =)
He terminado por hoy, ya podéis despotricar a continuación de estas líneas :)
Un saludo.