martes, 27 de febrero de 2007

Un tira y afloja en el que ganamos todos

El pasado fin de semana estuve en Puente Genil, provincia de Córdoba. Así, de repente, allí me planté. Vayamos por partes:

Mi novio es aficionado al famoso juego online Counter-Strike, y como buen jugador, en su día pasó muchas horas delante de la pantalla de su ordenador pegando tiros con más colegas de su "Clan". Debido a nuestra relación decidió dejar este mundillo (incitado por mí y mi aversión a este juego, obviamente). No obstante, la buena amistad con el resto de compañeros fue suficiente para que este fin de semana nos plantásemos en tierras andaluzas, para presenciar la cuarta edición de un torneo en un ciber de la zona.

Al principio me mostraba reticente. No aceptaba la idea de que tuviera ganas de ir, y no se lo prohibí porque no soy su madre y él tiene derecho a hacer lo que le venga en gana. Pero después lo pensé en frío y llegué a la conclusión de que no soy nada permisiva. Para él es algo importante y debo respetarlo, sea lo que sea. Como me apetecía que pasásemos el fin de semana juntos, hice de tripas corazón y me apunté a la excursión.

Allí vi, más o menos, lo que me esperaba. Alto porcentaje de chicos (todos menos servidora), bastos, malhablados y a mi entender un poco "colgados". Para mí los videojuegos pueden crear dependencia como cualquier droga, y allí había mucho adicto (a más de una...). Sin embargo hubo una grata sorpresa, y fue el compañerismo que reinaba en el lugar. Cinco personas trabajando en equipo, en tensión, con los nervios a flor de piel, para lograr la victoria.

De los compañeros de Iván, en general puedo decir que todos tienen esa gracia andaluza característica en el sur. Simpáticos (aunque a veces algo infantiles), y con salero, y aunque no les conozco mucho y no soy quién para juzgar, parecían buena gente.

Sin embargo, si tengo que elegir algo de todas las anécdotas y experiencias vividas este fin de semana, me quedo con una que no tiene nada que ver, ni con el evento, ni con el viaje. Me quedo con Iván y conmigo, que aunque ya llevamos un tiempo juntos, por fin sentí que el Sábado pasamos de ser un "tú" y un "yo" a formar un "nosotros". Es a él a quien tengo que agradecerle el no sentirme sola. Gracias :)

Y como moraleja me quedo con lo primero que he comentado. Un día uno cede por el otro, y al día siguiente puede ocurrir lo contrario. No podemos centrarnos en nosotros mismos y no dar el brazo a torcer. Por experiencia propia puedo decir que para recibir hay que dar. En una pareja, hay que mirar por la otra persona, y recordar que lo más importante es su felicidad, pues cuando le mires fíjamente a la cara y veas sus ojos brillar y una hermosa sonrisa, también se convertirá en la tuya propia.

Saludos para todos.

p.d: Al final los chicos quedaron quintos en el torneo :)

miércoles, 14 de febrero de 2007

¡ Feliz día de San Comercial !

Pues sí amigos lectores, hoy es día 14 Febrero, un día en el que los comercios echan cuentas frotándose las manos. Y es que sigo sin entender el por qué de este revuelo de corazones, cupidos y cosas de color rojo. ¿Nos hace falta un día marcado para regalar, para ser detallistas? Yo creo que no. El que quiere a alguien le quiere en San Valentín, y el resto de los días del año.

No os dejéis engañar con publicidad engañosa tipo "Regálaselo por San Valentin", "Demuéstrale que le quieres con un regalo" y paraos a pensar. Con esto no favorecéis la relación (si las cosas iban bien, van a seguir yendo bien y si iban mal, incluso pueden ir peor, porque vamos, ¿realmente creeis que una rosa cura los problemas de pareja?) sino que contribuis a que los señores dueños de centros comerciales se hagan cada vez más y más ricos. No hará falta decir que las cosas están, por si fuera poco, aún más caras.

Yo por mi parte, no regalo ni me regalan nada. Me niego a comprar algo (con el consiguiente comedero de cabeza) previsible y poco original, que además puede que ni sea útil (por ejemplo, unos calzoncillos con corazoncitos rojos, ¿alguien usaría eso alguna vez?). Si sois muy románticos y quereis regalar -NO comprar- algo a toda costa, hacedlo bien. Podéis regalar algo hecho por vosotros, por ejemplo una carta de amor. Ni comparación con una maldita caja de bombones.

Lo que quiero decir es que todos los días al lado de vuestra pareja son especiales. El amor no se demuestra el 14 de Febrero; el amor se demuestra todos los días con las pequeñas cosas de la vida. Cualquier día es idóneo para un pequeño detalle con vuestro chico/a y seguro que sea el día que sea, sonará más sincero y menos forzado y artificial que el día que los comercios te dictan.

Y a los que estéis solteros, no os deprimáis. No se si nadie os lo ha dicho aún pero os voy a contar la verdad: Es un día como otro cualquiera. Disfrutad de los amigos y seres queridos, por ejemplo.

Un saludo :)

lunes, 5 de febrero de 2007

Un fin de semana cualquiera, pero diferente

El pasado fin de semana lo pasé en Valencia. Vino a verme mi novio Iván y nos fuimos a un hotel, cerca de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Ya habíamos estado en otra ocasión, aunque esta vez la habitación era mucho mas pequeña y la cama de 2x2 se transformó en dos camas de 90.

No hicimos nada especial, no hubo ningún evento. A ojos de los demás podría ser un fin de semana cualquiera, pero para mi cada fin de semana así es especial, sólo por el hecho de estar con él. Supongo que todos los que tengáis a alguien sabéis a lo que me refiero.

Del fin de semana me quedo con las anécdotas. Fuimos a cenar a un sitio donde todo era enorme. Se llama el restaurante "brutus" y supongo que muchos de vosotros lo conoceréis. Con decir que una hamburguesa parecían cuatro... y para muestra, esta foto:



También decir que intentamos ir al cine. Pero como somos retorcidos, y no nos servía un cine cualquiera, decidimos ir a Kinépolis. Para ello hicimos uso del GPS de reciente adquisición. Dicho GPS está sin actualizar, y sufrimos en nuestras carnes este aspecto, cuando descubrimos que nuestro aparatito nos había llevado a un descampado a ver los últimos estrenos de cartelera...

No es mi estilo hablar de este tipo de cosas aquí, pues supongo que a mucha gente no le interesará lo más mínimo (aunque supongo que la mayoría de esos no tienen constancia de este blog). Lo que quiero dejar como moraleja hoy, es que muchas veces estamos pendientes de hacer algo espectacular, sin tener en cuenta que lo importante es con quién lo haces, con quien vives ese momento. Sólo por eso ya será único e irrepetible en la historia.

Saludos