lunes, 16 de abril de 2007

Y tras un largo paréntesis...

Vuelvo a escribir. Sí, ya sé, tengo esto muy abandonado, pero aunque no os lo creais, cuando me siento delante de la pantalla a escribir algo nuevo, no se me ocurre nada... y cuando se me ocurre no estoy en el ordenador y luego se me olvida...

Resumiré todo lo que pueda estas últimas semanas:

Por fin llegaron las vacaciones de Pascua, y me fui a Asturias con Iván. Aunque sólo estuvimos juntos allí cuatro días (yo me quedé más, pero él se tuvo que ir, obligaciones laborales), nos lo pasamos bien, o eso creo.

Fuimos a la nieve, cosa que añoraba desde hacía tiempo. Por primera y última vez, me subí en mi tabla de SnowBoard este año. Pensé que se me habría olvidado el equilibrio en algún rincón oscuro, pero para mi sorpresa, ahí estaba yo descendiendo por la ladera a una velocidad interesante, aunque reducía la marcha cuando veía que me estaba emocionando demasiado, o cuando Iván se quedaba metros atrás :)

Cuando Iván se fue, me limité a quedar con viejos amigos que hacía meses que no veía, y a salir a picotear algo a última hora de la tarde con la familia. Vamos, lo normal...

Los últimos días de las vacaciones también descubrí que no puedo convivir con mi madre más de una semana de seguido. Es extraño, al principio nos lo pasamos genial (supongo que será porque me echa de menos, y yo a ella, y todas esas cosas de madres e hijas). Pero conforme pasan los días, yo me empiezo a encontrar más tensa y ella más... ¿Cómo decirlo? Quisquillosa tal vez.

Puedo comentaros en este momento que fue por ella en parte por lo que me vine a vivir a la Comunidad Valenciana. Necesitaba cambiar de aires, estar un tiempo a solas (estar con mi padre es prácticamente estar solo, espiritualmente hablando claro), y desconectar. Fue la única salida que encontré después de estar meses (me atrevería a decir años) discutiendo sin parar, por cosas banales. Así que tras acarrear un año de depresión de caballo (con sus efectos secundarios en estudios, comportamiento, y amistades), decidí autodiagnosticarme una mudanza a cualquier otro lugar. Lo creáis o no funcionó. Al mes siguiente me encontraba anímicamente estable, en parte también gracias a mi chico, que por aquel entonces empezabamos a estar juntos. Pero cuando vuelvo a casa hay cosas que reviven en mi interior... que por suerte ahora creo que puedo controlar. No es que lleve un demonio dentro, es sólo que... es difícil de explicar, y yo difícil de tratar.

Volviendo al tema, el fin de las vacaciones llegaba, y tenía que despedirme de abuelos, tíos y demás familia, hasta el verano próximo... Y ya el viernes 13 de Abril me dirigí al aeropuerto a coger un vuelo hacia Madrid (¿Mal día para volar? No sé, no soy supersticiosa, creo).

En Madrid hice mi primera escala, un divertido fin de semana con Iván y su cumpleaños, con reencuentros con campuseros, ¡¡ e incluso con un record personal en una partida de bolos !!

Hoy Lunes llegó la hora del regreso, vuelta a las clases y a la rutina, aunque no estoy triste (solamente porque me gustaría estar mas días contigo :* ). Empezaré la recta final del curso con alegría y dedicación (y con dieta..).

En fin, dije que resumiría y no he resumido, pero ya sabéis, las mujeres a veces somos impredecibles, ¿Quién nos entiende?

Saludos a todos y espero que hayáis disfrutado a vuestra manera de las vacaciones.