martes, 28 de agosto de 2007

Sola

Dado que no se me ocurre otra cosa que hacer en esta calurosa noche...voy a actualizar un poco esto; aunque sinceramente, no tengo nada importante que contar.

París se fue, y llegó Gijón tal y como estaba previsto. Pasé allí 15 días, en los que salvando el día que fui al Cirque du Soleil, el día de los fuegos artificiales de las fiestas, y el día que descendimos por el Río Sella en canoas... no ocurrió nada más. Después de que Iván se fuera, me pasé la mayoría de los días en casa sin salir, casi todo el tiempo sola, sin hablar con nadie... Silencio. Echaba eso de menos.

Me gusta la soledad. No me gustaría pasarme toda la vida sola, ni morir sola, ni irme de este mundo y notar que todo sigue igual, pero sí reconozco que de vez en cuando adoro atraparme en mi habitación, y aburrirme hasta volverme loca de la ociosidad. Y tanto tiempo con Iván hizo que deseara que llegara ese momento.

Creo que él no lo entiende. Que cree que paso, que no me apetece estar con él. No tiene nada que ver con él, me habría ocurrido con cualquier otra persona que por alguna razón tuviera que ver a menudo. Y es que me aburro de la gente. Me agobia la gente.

Por ello estoy aprovechando estos días para hacer lo que más me gusta: Pensar. Hundirme de lleno en mi mundo, en mi mente repleta de historias que inventar. Como todo el mundo, pienso en los muchos problemas y en las pocas soluciones que tengo. Porque aunque muchos se empeñen, hay cosas que no tienen solución... Y me enfado conmigo misma, se me pasa, me alegro, me vuelvo a enfadar... y sin embargo sigo psicoanalizándome hasta el fin de los días. Soy un puto bucle infinito que no está en su mejor momento.

La gente dice que "me rayo" demasiado. Y tienen razón. Lo peor de todo es que se sufre con todo esto... ¡¡no!! lo peor es que me gusta sufrir, ser víctima, darme asco.


Puede que no entendais todo lo que he escrito, pero al menos me he desahogado.

Aunque pensándolo bien, no está tan mal. Fíjate, hoy me he comprado tres pares de zapatos =)

Sí, creo que es hora de irse a dormir -.-

martes, 7 de agosto de 2007

París VI y despedida

El lunes amaneció lloviendo a cántaros. Había convencido a Iván para pasar el último día de tiendas, y comprarme algo de ropa, pero no contaba con el temporal. Así que sin querer el se salió con la suya y yo me quedé con las ganas.

Con esa lluvia poco apetecía... así que como era el último día y ya habíamos visto lo más importante, decidimos remolonear un poco en la cama.

Poco antes de la hora de comer, nos dirigimos hacia Saint-Michel, un pueblecito colindante en las afueras al norte de París. Allí se encuentra la conocida iglesia de Saint-Michel, y era algo personal el que yo quisiera verla. No es espectacular, y tiene bastante antigüedad, pero era conocida; en mi caso, la conocí al leer el libro "Los Pilares de la Tierra", de Ken Follet. Me encantó la precisión con la que el autor describe todas las iglesias, castillos o catedrales que los personajes de la novela se van encontrando a su paso. Así que, ya puestos, me asomé a ver si se parecía a lo que yo me había imaginado.

Estuvimos muy poquito tiempo allí, lo justo para ver la iglesia, y hacer las fotos pertinentes. Por alguna razón, en pleno Lunes, todas las tiendas y comercios de Saint-Michel estaban cerrados, y entre eso y la lluvia poco más se podía hacer. Es en este punto cuando dimos por terminadas las excursiones por París.

Cogimos el metro de camino al hotel sobre las 3 de la tarde. Nos bajamos una parada antes para evitar hacer un transbordo de una parada cuyo tren tardaba 20 minutos en llegar. Entonces vimos un restaurante japonés de comida para llevar, y nos pedimos nuevamente nuestro adorado sushi, acompañado de ensalada, arroz y sopa de miso.

Ya con la comida en nuestro poder, caminamos calle abajo por el Boulevard Berthier hasta llegar, a través de la plaza del Mariscal Juin, al Boulevard Pereire, lugar de comienzo de todas nuestras expediciones y donde se sitúa nuestro hotel.

Disfrutamos de la comida mientras nos reíamos con algún que otro capítulo de Futurama y Padre de Familia. Y después... simplemente NADA. Reposamos tranquilamente, mientras veíamos las fotos que habíamos hecho o comentabamos experiencias vividas.

Por la noche, comenzamos a empaquetar nuestras pertenencias, ya que a las 4 am teníamos que estar dirigiéndonos al Palacio de Congresos (a unos 20 min andando), para subirnos al autobús que nos llevaría al aeropuerto.

Ya en el aeropuerto, facturamos y desayunamos (qué caro, por cierto). Esperamos por allí a que nos llamaran a la puerta de embarque, y desde lo alto dijimos adiós al país vecino.

Llegamos antes de la hora prevista, y llegados a este punto comentar la anécdota del desmayo de una señora en pleno vuelo, con la correspondiente voz de cabina que decía "¿Hay algún médico en el avión?". La respuesta, contraria a las películas, fue nula. Al aterrizar, ya estaba en la pista la ambulancia que atendió sin problemas a la señora.

Recogimos nuestras maletas y nos vinimos para casa.

Y...ya está. C'est tout.

Paris V

El domingo fue el turno del barrio de Tuilleries. En este barrio se encuentra el Louvre, y yo, aunque era consciente que un museo de tales dimensiones no se veía en una mañana, me había enterado (a saber dónde), de que los primeros domingos de mes era entrada gratuita.

Con la ilusión, me levante el domingo muy temprano para aprovechar el tiempo, y cual fue mis sorpresa que esta "oferta" sólo era válida para los menores de 18 años, y para la gente con edades comprendidas entre 18 y 25, era gratis los viernes a última hora de la tarde. Me lamenté bastante, ya que de haberlo sabido, habría reservado el viernes para este barrio. Aún así, fuimos al museo para ver los precios, pero no nos apetecía pagar 26 euros para estar escasas ¿3 horas? cuando para verlo todo medianamente bien se tardarían 2 días.

El barrio de Tuilleries se ve bastante rápido si no entras en el Louvre. Vimos el Palais Royal, actualmente sede del Consejo de Estado y Ministerio de Cultura (entrada prohibida al público). Siguiendo un poco por la rue Saint-Honoré llegamos a la Iglesia de Saint-Roch. Es entonces cuando nos vamos a la calle paralela, la comercial Rue Rivoli, pasando por la Plaza de las Pirámides, donde se erige una dorada estatua de Juana de Arco.

Continuamos por esta calle, que recorre todo el Jardin des Tuilleries, hasta llegar a la plaza de la Concorde. Es en esta plaza donde se instaló en su día la Guillotina que decapitó, entre otros, a Maria Antonieta y Luis XVI. En el centro de la misma, el obelisco, regalo a Francia de un mandamás de Egipto.

Llegados hasta ahí, ya nos habíamos visto lo más importante del barrio, así que dimos por finalizada la jornada comprando unos souvenirs, como buenos turistas.

Más tarde la crónica del Lunes y fin de las vacaciones :)

lunes, 6 de agosto de 2007

París IV



París, Sábado 4 de Agosto.

Un día bastante caluroso, quizás poco indicado para caminar tanto como lo hicimos. Ataviados con ropa fresca, nos lanzamos calle abajo por la Avenue Niel. Nuestro hotel está "relativamente" cerca de nuestra próxima parada: El arco de triunfo.

Me lo imaginaba más pequeño, al igual que la Torre Eiffel, pero una vez estás delante, te acaban sorprendiendo. Pasamos por un pasaje subterráneo que conducía a la plaza donde se erige el monumento, para verlo desde abajo. En las paredes interiores trae grabados algunos nombres de soldados que combatieron en guerras. También nos encontramos la tumba del Soldado Desconocido, un soldado completamente anónimo, muerto por la Patria, y que allí yace.

Tras hacer fotos y videos varios, seguimos caminando por la Avenue des Champs Elysées. Es una calle muy larga y muy frecuentada, llena de comercios, galerías, y los llamados Grands Magasins (grandes almacenes). Los famosos Campos Elíseos están al final de esta avenida, a orillas del Sena.

Llegando a los Campos Elíseos, hay una avenida que cruza perpendicularmente: la Avenue Montaigne, conocida por sus boutiques de precios desorbitados y locales de diseñadores :)

Seguimos calle abajo un poco más, hasta encontrarnos la Avenue Winston Churchill, donde torcemos a la derecha. En esta calle nos encontramos los dos palacios de características similares; Petis Palais y Grand Palais. En la actualidad se utilizan para albergar exposiciones y otro tipo de espectáculos como por ejemplo el Ballet.

Al final de esta avenida nos encontramos el quizá más bonito de la infinidad de puentes que atraviesan el Sena. Hablo del Puente de Alejandro III. Personalmente, me encantó su decoración estilo Art Nouveau, repleto de farolas, angelitos, y en cada esquina, un Pegaso de bronce dorado. Además, como curiosidad, decir que en su época fue todo un reto, ya que consta de un sólo arco de acero que de un sólo tramo atraviesa el Sena (sin columnas que sostengan su peso o que interrumpan el curso del río :P).

Después de este paseo, cogimos la línea C del RER (una especie de metro-tren allí en París), y nos dirigimos nada más y nada menos que a Versalles. Una vez llegamos, contemplamos los jardines y el palacio con nuestros mejores ojos; sin embargo, poco más pudimos contemplar, ya que había una cola enorme para comprar las entradas con las que se accede al interior del edificio, y con el calor que hacía, decidimos que no era buena idea quedarnos una o dos horas bajo el sol. Así que tras echar un vistazo, volvimos al centro y nos quedamos con las ganas :(

De nuevo en París, nos fuimos al barrio latino, ya que eran las 17h y supusimos que sería el único sitio donde nos darían de comer por un precio asequible. Y así fue. Entramos en un restaurante griego, por variar (ya habíamos comido mucho sushi).

A continuación, volvimos a los Campos Elíseos, y esta vez subimos calle arriba por una de las avenidas paralelas a la de los campos. Pudimos observar el Palais de l'Elysée, que es la residencia oficial del Presidente de la República que haya en el momento (como la Moncloa, vamos).

Poco a poco, y charlando, se nos hizo corto y ameno el camino de vuelta al hotel. Cansados, decidimos no movernos el resto de la tarde-noche, pues ya habíamos tenido bastante :)

Como siempre, unas fotos para dar fé de que "yo estuve ahí!!"

viernes, 3 de agosto de 2007

París III

Hoy, viernes 3 de Agosto, he decidido ir al barrio que acoge dos de mis películas favoritas: Montmartre.

Ha sido una jornada corta, e hicimos menos fotos que ayer, pero a mí parecer a merecido la pena. Necesitaba ver esa colina que tiempos atrás fue poblada por artistas bohemios. A día de hoy, los dibujantes nos asaltaban para hacernos retratos, y el bullicio lo hacía un lugar acogedor.

Como monumento del día destaco la Iglesia del Sacre Coeur (o lo que es lo mismo, Sagrado Corazón). Esta iglesia, erigida en lo alto de la colina, hacía que pareciera que te iba a absorber en cualquier momento, y las vistas desde allí eran insuperables. Para terminar el paseo, recorrimos la calle Lepic entera (buscando sin éxito el café Les Deux Moulins, escenario en Amélie), para encontrarnos finalmente, y al final de la cuesta, el archiconocido Moulin Rouge (que, he de decir, que es más pequeño de lo que pensaba).

Sin más que decir, me despido hasta mañana, adjuntándoos claro está una foto del día de hoy:


París II

Saludos :)

Voy a relatar lo acontecido en la segunda expedición por la ciudad de París. Esta vez los elegidos fueron el Barrio Latino y la Île de La Cité (donde en su día se estableció la tribu celta de los parisii y fundaron la capital, hace muuuchos años).

En primer lugar, recorrimos el barrio latino. Me impresionaron sus calles llenas de bullicio, y sobre todo, muchos muchos restaurantes de todo tipo. Nosotros elegimos un restaurante cuya especialidad era el sushi (que, por cierto, el más sabroso que yo haya comido).

A continuación visitamos el Panthéon, un edificio que Luis XV mandó construir tras pasar una dura enfermedad, en agradecimiento a la patrona de la ciudad, Santa Genoveva (cuyo altar se encuentra en la Iglesia de St. Étienne, a escasos metros). Destaco de este edificio, sus columnas de estilo corintio, y su alta bóveda.

Después, nos dirigimos hacia las islas del sena ya mencionadas, pasando por La Sorbonne y el Collège de France. Ya a orillas del río, vimos con total claridad la Catedral de Notre-Dame. Entramos en su interior, que era gratis, pero no subimos a las torres, pues eso ya costaba (bastante) dinero.

Del resto de la Ile de La Cité puedo destacar el Hôtel Dieu, que es el principal hospital de París (que me parece pequeño para ser el principal), el Palacio de la Justicia, y sobre todo la Sainte-Chapelle.

A través de un único puente también se puede acceder a la Ile de Sant Luis, donde abundaban las heladerías y crêperies. Nos dimos un breve paseo por esta última y dimos por concluido el día.

Adjunto una foto, como siempre, de lo más destacado de la jornada:


Más tarde publicaré lo referente a hoy, tercer día de mi estancia en París.

Hasta luego :)

miércoles, 1 de agosto de 2007

París I

Hola a todos, os escribo en directo desde la que llaman "La ciudad del Amor", o "La ciudad de las Luces", entre otros.

Hoy es miércoles, y aunque llegué ayer Martes a las 9am aproximadamente, no tuve tiempo hasta hoy de salir a conocer un poco esta maravillosa ciudad. Cogimos el vuelo hacia aquí a las 5:45 am, lo cual supone que sobre las 4am estábamos en el aeropuerto. De ello se deduce que esa noche no pudimos dormir, y lo hicimos posteriormente ayer en el hotel.

Pero hoy ya recargamos energías y salimos a caminar. Decidí comenzar por el barrio de Les Invalides. Dedicamos el día a conocer la Iglesia de Sta Clotilde, y el Dôme, donde se encuentran los restos de los hermanos Bonaparte, el museo del ejército (que trata de todo lo referente a las dos Guerras Mundiales), y el Museo de Armas de la Edad Media, entre otros. Pero lo mejor del día fue, sin duda alguna, el Champ de Mars y la famosa Torre Eiffel (típica, pero no por ello menos impactante).

Después, estuvimos a orillas del río Sena, en el puente d'lena. Como ya estábamos cansados, nos volvimos al hotel.

Mañana nos dedicaremos a ver otro de los barrios, con sus monumentos y museos. Hasta entonces os dejo una foto del día: