martes, 13 de enero de 2009

¿Querer es poder?

¿Cómo es posible?

Estar triste y contenta al mismo tiempo.
Tener ganas de reir y de llorar.
Ser la fracasada abeja reina.

Se puede, se puede. Pesimismo y optimismo nunca fueron tan iguales.

Y esto es, en resumen, la paradójica historia de mi vida.

¿El por qué de esta entrada? Who knows...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Por qué limitarse al ejercicio de la autocompasión?

Miralo como desde mi punto de vista un momento. Los muertos de la morgue con los que trato no tienen una segunda oportunidad, hasta que se la doy.

Miralo tu vida es una historia que alguien llegado el momento contará y más o menos personas recodarán. Dime que prefieres, que te recuerden como alguien que se preocupo por los suyos, jovial y alegre. O como una ensimismada, egocentrica masa de carne.

Tu decides pero el fin será el mismo. La morgue

Ish dijo...

No me gusta preocuparme por gente que no merece la pena. Y los que la merecen ya saben que no soy una simple masa de carne.

De todas formas, gracias por el consejo, es de lo más sincero que he oído ultimamente.

pd: Soy una persona alegre y jovial con los demás siempre que puedo. El problema radica en que no alcanzo mis sueños.

Pero gracias! :D