viernes, 29 de mayo de 2009

¿Qué hay de nuevo, viejo?

A petición de esa multitud que me aclama vuelvo a actualizar nuevamente.

Y ahora, en serio, ¿por dónde empezar? Han pasado más de tres meses desde la última vez que me digné a poner mi mente en orden, los puntos sobre las ies, separar la ropa blanca y de color en la colada...

Qué decir de la ropa de color. Vistosa, brillante. En ese aspecto no me puede ir mejor... con nuevas historias que escribir y que inventar, nuevas esperanzas, nuevos viajes que empreder e incluso nuevo coche. Simplemente fantástico.

¿Y ahora de qué me quejo yo? Porque en esta nación que es España siempre nos tenemos que quejar de algo. Cuando nos va mal así lo hacemos saber, pero, ¿cuando nos va bien? Entonces nos quejamos (o me quejo) de que no tengo nada de lo que apenarme, de lo que escribir. Porque parece que es la única forma de inspirarme, por desgracia.

¿Y qué pasa con la blanca? Muchos planes a todas las distancias de plazos, pero pocos claros, sólo los evidentes. Por de pronto, parece que los Estados Unidos nunca estuvieron tan cerca. ¿Será como me lo imaginé? Seguramente no, porque me espero demasiado. ¿Y qué pasa con el futuro? ¿Conseguiré hacer lo que siempre perseguí, o es simplemente una excusa barata para no llegar al aclarado? Esto parece más bien gris desteñido...


Tendré que usar lejía.

1 comentario:

miguelSantirso dijo...

Bonita metáfora... La vida es una lavadora; no deja de dar vueltas :P