sábado, 20 de diciembre de 2008

Desesperándome Esperando

Ayer fue un día completo en el que no pasó gran cosa. Llegan las navidades, y como siempre en estas fechas, todos nos desplazamos a casa de nuestros familiares más cercanos. Yo he venido a pasar la nochebuena con mi padre a Castellón, para lo cual he comprado un billete de avión Asturias-Valencia, a donde él me iría a buscar (está cerca).

El caso es que días atrás hemos podido escuchar acerca de las huelgas de los dichosos pilotos de Iberia. Supuse que me comería el marrón y con la suerte que suelo tener y lo poco que me equivoco...me tocó.

Yo tenía un vuelo con escala de 3 horas en Madrid (porque directos desde Asturias hay pocos al día y encima sale muy caro). Ya habría perdido tiempo de todas formas, pero ante esa espera ya estaba mentalizada. Lo que no sabía era todo lo que iba a tener que esperar...

Mi vuelo inicial salía a las 10:35 del aeropuerto de Asturias para llegar a las 11:30 a Madrid. Después, salía el siguiente a las 14:30 para llegar finalmente a las 15:30 a Valencia. Nada más lejos de la realidad:

Me levanté a las 7:45, ya habiéndolo preparado todo el día anterior, para coger un Alsa a las 9:00 que me llevara al aeropuerto. Nada más llegar facturé, y el amable chico de Iberia me informó de que mi vuelo se había cancelado y que el siguiente era a las 13:45. No sé por qué no me sorprendí. Me reubicó en el siguiente vuelo y me dio un vale para la cafetería por si quería tomar algo (oh, gracias).

Así que aquí estoy yo en mitad de la sala de espera sin saber que hacer para las próximas 4 horas. Así que me puse a entablar conversaciones varias, que es algo que no me preguntéis por qué pero suelo hacer en estas situaciones. Descubrí que un anciano que iba para Venecia se tuvo que volver a su casa porque ese día no habría vuelo para él ni desde Madrid. También entablé conversación con una señora francesa muy agradable que me contó que había tenido malas experiencias con Iberia y que ahora usaba Air Berlin (también tuve problemas con Air Berlin en Palma de Mallorca, así que...). Hasta que me fui quedando sola en el banco y me puse a leer.

A los pocos minutos me llamaron por megafonía. ¿Por qué a mí en concreto? Para decirme que quien me hubiera atendido (el chico majo) me había ubicado mal en el vuelo porque ese vuelo era el que estaba cancelado, y que a la hora de ese vuelo saldría retrasado 4 horas mi vuelo inicial. "Lo que sea, pero a ver si a la tercera va la vencida y me das bien las tarjetas de embarque". Llegué a estar virtualmente sentada en 5 asientos diferentes, 3 para el Asturias-Madrid y 2 para el Madrid-Valencia.

Finalmente me encontré delante de la puerta 7 esperando por mi ansiado avión. Que no llegó a la hora. Mientras esperaba me di cuenta que se me estaba yendo prácticamente la vida en aquel aeropuerto. Un chico de unos 30 años no paraba de hablar por el manos libres a mi lado. Debía de ser uno de esos ejecutivos agresivos que se comen el mundo...Me preguntó si yo cogía su mismo avión. Asentí. El del otro lado del auricular le preguntó que con quién hablaba y éste le respondio que "con una niña que estaba también esperando al avión". En fin, qué puedo decir, me conservo joven.

Mi avión de las 13:45 se transformó en avión de las 15:00 por razones que desconozco. Así que llegué a las 16:00 a Barajas, ante lo cual perdí mi avión enlace a Valencia de las 15:30. ¡Genial! busqué el centro de atención al cliente de Iberia más cercano dispuesta a explotar. Afortunadamente me atendió una negrita muy simpática que me cambió los billetes sin problemas. Bien teníamos entonces la nueva situación: vuelo Madrid-Valencia a las 18:00. Bueno, otras dos horas más no me afectarán, ya he perdido la noción del tiempo. Caminé hacia mi puerta de embarque (eso me llevó media hora al menos y sin perderme, teniendo que coger hasta un metro del aeropuerto para cambiar de ala) y tuve tiempo para pensar en muchas cosas. Este tipo de cosas siempre vienen bien para eso, para pensar. Sobre todo pensaba qué coño hacía ahí, en lugar de estar divirtiéndome o algo.

Embarcamos "on time", y a las 18:00 estaba dentro del avión. Estupendo, y ahora ¿Alguien puede explicarme por qué no encendemos motores? Así, el avión de las 18:00 se transformó en el avión marginado de las 19:00 porque nadie le daba pista al pobre...

Finalmente puse pies en Valencia a las 20:00. Mi padre llevaba desde las 16h en el aeropuerto perdiendo el tiempo para solidarizarse conmigo, cosa que siempre viene bien en estos casos.

Conclusión: Vale más ir en bici, no contamina.

3 comentarios:

alejandroherrero dijo...

no he cogido en mi vida un avion pero vamos.... visto lo visto..

Anónimo dijo...

entonces eso quiere decir q Castellón ya disfruta de tu presencia? jejeje

venir un dia a casa y jugamos a la wii :P

Anónimo dijo...

Te lo tengo dicho, y por experiencia lo se, mucho mejro la bici xDDD

Total, así luego si vas a un buffet libre italiano puedes comer mucho más :P


P.D.: Esto último es la pista para adivinar quien soy xDD